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martes, 27 de marzo de 2007

DE LAS PRUEBAS DOCUMENTALES Y CONFESIONALES EN MATERIA LABORAL

PRUEBA DOCUMENTAL EN MATERIA LABORAL

El tratadista Eduardo Pallares expresa que “documento es toda cosa que tiene algo escrito con sentido restringido, o sea, la actividad mediante la cual el hombre expresa sus ideas, sus sentimientos mediante la palabra escrita.” Podemos mencionar que el elemento principal de este medio de prueba; es que es producto de una actividad humana, y para que se considere como medio probatorio es que debe contener algo que tenga trascendencia para quien lo suscribe, quien interviene en su elaboración y a quien afecta.
La clasificación de esta prueba la señala la misma Ley Federal del Trabajo, en sus artículos 795 y 796 y estos son: documentos públicos y documentos privados.
Son documentos públicos aquellos cuya formulación está encomendada por la Ley a un funcionario investido de fe pública, así como los que expida en ejercicio de sus funciones. Ejemplos de documentos públicos son actas levantadas por inspectores del trabajo, resoluciones judiciales, razones de los actuarios, etcétera. Los documentos privados son por exclusión todos los que no reúnan las características para ser considerados como públicos. Como ejemplo de documentos privados tenemos, la renuncia del trabajador, el aviso escrito de despido del empleado, los controles de asistencia, la nómina, etcétera.
El oferente de una documental privada deberá presentar el documento correspondiente en original; si ese documento fuera objetado en cuanto a su contenido y su firma, se dejará en autos hasta su perfeccionamiento; de no ser objetado se podrá solicitar su devolución, previa inclusión de copia certificada en los autos del juicio correspondiente. (Artículo 797 LFT)
Cuando se presente un documento privado que consista en copia simple o fotostática, si es objetado por la contraparte se perfeccionará a través de la compulsa o cotejo con el original, para lo cual el oferente deberá indicar el lugar en donde se encuentre dicho original. Si no se objeta ese documento, debe ser admitido y producir los efectos correspondientes. (Artículo 798 LFT)
La suscripción de un documento, es decir, la colocación al pie del escrito de la firma o huella digital, hace plena fe de la formulación de ese documento por el suscriptor, salvo los casos en los que el autor desconozca el contenido o cuando se trate de un convenio o liquidación que implique renuncia de derechos.
Con el carácter protector del derecho del trabajo, se establece que el patrón está obligado a conservar durante determinado tiempo los documentos siguientes: contratos individuales de trabajo, listas de raya, nómina del personal o recibo de pago de salarios, controles de asistencia, comprobante de pagos de participación de utilidades, vacaciones, aguinaldos, prima vacacional, prima dominical, prima de antigüedad, y los demás que establezcan las leyes. (Artículo 804 LFT) En caso de que el patrón incumpla con la obligación de conservar y exhibir los documentos citados, se establece la presunción de ser ciertos los hechos señalados por el actor en su demanda. (Artículo 805 LFT)
Cuando se objete un documento, es decir, cuando una de las partes haga manifestaciones respecto a las deficiencias de fondo y de forma, de hecho o de derecho, negando la autenticidad de ese documento, se debe de perfeccionar dicha prueba a través de pruebas complementarias que relacionen con las objeciones (Artículo 811 LFT)

PRUEBA CONFESIONAL EN MATERIA LABORAL

Esta prueba está considerada como de mayor arraigo dentro del campo del derecho probatorio. Ya que por “confesión” debe entenderse el reconocimiento que a una persona hace de un hecho propio que se invoca en su contra, dicha prueba solo produce efectos en lo que perjudica a quien la hace. La confesión siempre se relaciona con hechos propio del que confiesa, la prueba debe versar sobre las cuestiones debatidas; puede ser expresa o táctica. Nestor De Buen Lozano manifiesta que la confesión “es el reconocimiento que uno de los litigantes hace de la verdad de un hecho, susceptible de producir consecuencias jurídicas a su cargo”. Trueba Urbina, expresa que la “confesión es la declaración judicial o extrajudicial, con la cual una parte es capaz de obligarse con perjuicio suyo, reconoce pericial o totalmente la verdad de una obligación o de un hecho que es susceptible de efectos jurídicos”.
Analizando la confesión judicial es aquella que tiene como característica principal, el hecho de ser rendida dentro de un juicio, ante una autoridad competente y en ejercicio de sus funciones y por cualquiera de las partes que intervienen en el pleito. La confesión extrajudicial, es cuando se obtiene fuera de toda contienda judicial.
El Artículo 786 de nuestra ley federal del trabajo, menciona que cada parte podrá solicitar se cite a su contraparte para que concurra a absolver posiciones. Tratándose de personas morales, la confesional se desahogara por conducto de su representante legal; salvo el caso a que se refiere al Artículo que vamos a mencionar enseguida el Articulo 787 que menciona, las partes podrán también solicitar que se cite a absolver posiciones personalmente a los directores, administradores, gerentes y en general, a las personas que ejerzan funciones de dirección y administración, en la empresa o establecimiento, así como a los miembros de la directiva de los sindicatos, cuando los hechos que dieron origen al conflicto les sean propios, o bien que por razones de sus funciones les deban ser conocidos.
En este sentido el actor trabajador puede ofrecer las confesionales del patrón, persona física o moral, para hechos personales, del representante del patrón, para hechos propios, y la de los miembros de la directiva de los sindicatos, también para hechos. A su vez el patrón demandado puede ofrecer las confesionales del actor trabajador (Artículo 786 LFT) y la de los miembros de la directiva de los sindicatos (Artículo 787)
En los términos del Artículo 742, Fracción VI, las personas que deben comparecer a absolver posiciones deben ser notificadas personalmente.
Las personas físicas que comparezcan a absolver posiciones deben hacerlo en forma personal y no por conducto de representante legal o apoderado. Las personas morales deben de comparecer por conducto de quien acredite ante la Junta tener la representación legal. La persona moral no tiene porque comparecer a rendir su confesión por conducto de quien indique el oferente en su escrito de ofrecimiento de pruebas.
Ejemplo: cuando el actor presenta su demanda por despido injustificado, relata los hechos que constituyeron el despido de que fue objeto por parte del jefe de personal, Juan Pérez. En el ofrecimiento de pruebas puede ofrecer la confesional para hechos propios a cargo del Jefe de Personal Juan Pérez, que debe ser notificado personalmente y apercibido por la junta en los términos de los artículo 788 y 789, en el sentido de que si no concurre a absolver posiciones se le tendrá por confeso de las posiciones que se le articulen. El representante del patrón en los términos del artículo 11 de la LFT, debe ser notificado de la resolución que ordena que comparezca a la junta a absolver posiciones, por conducto del apoderado del demandado.
La diferencia entre los hechos personales y los hechos propios, es que los primeros son aquellos sobre los que va absolver posiciones el trabajador y el patrón, persona física o moral, es decir, los hechos realizados con la responsabilidad del absolvente; mientras que los hechos propios son los realizados por el absolvente pero bajo la responsabilidad de otro, que puede ser la empresa o el sindicato, o aquellos que son conocidos por el absolvente en virtud de sus funciones.
Es posible que la persona, que se señale para absolver posiciones sobre los hechos propios, ya no labore para la empresa o establecimiento. En este caso previa comprobación del hecho, la junta requerirá al oferente para que proporcione el domicilio de esa persona a fin de que se le cite. Si este ignora el domicilio, lo hará del conocimiento de la Junta antes de la fecha señalada para el desahogo de pruebas, y la junta podrá solicitar a la empresa que se proporcione el último domicilio que tenga registrado dicha persona. Si la persona citada no concurre el día y hora señalados, la Junta lo hará presentar con la ayuda de la fuerza pública (Artículo 793 LFT)
La prueba confesional se desahoga mediante las posiciones que le formula la contraparte al absolvente. Las posiciones son las preguntas que formula el articulante al absolvente, calificadas previamente por la Junta (Artículo 790, V, LFT). Las posiciones se formulan de tal modo que el absolvente sólo conteste si es cierto o no es cierto el hecho contenido en la posición, pudiendo agregar las explicaciones que juzgue convenientes a las que solicite la junta. Las posiciones deben formularse como afirmaciones categóricas y no en forma de preguntas interrogativas ajenas al conocimiento del absolvente. Tanto las posiciones, como las respuestas deben de quedar asentadas en el acta elaborada por la junta (Artículo 790, VI, LFT). El absolvente no puede negarse a responder y tampoco puede dar evasivas. En caso de que así lo haga, la junta lo apercibirá haciéndolo por confeso de las posiciones que se niegue a contestar o que responda con evasivas (Artículo 790, VII LFT).
Para el caso de que el absolvente o el testigo declaren con falsedad ante la Junta, serán sancionados conforme al artículo 247 del Código Penal Federal, pena de 2 a 6 años de prisión y de 100 a 300 días de salario mínimo como multa.
Si alguna persona no puede por enfermedad u otro motivo justificado a juicio de la junta (como el hecho de estar en prisión) concurrir al local de la Junta para absolver posiciones o contestar un interrogatorio, la junta deberá de trasladarse al lugar en donde se encuentre la persona, para el desahogo de la diligencia. (Artículo 785 LFT).

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